¿Qué es el TDAH y el hiperenfoque y cómo puedo controlarlo?

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Las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) pueden experimentar hiperfoco. A pesar de que el TDAH a menudo dificulta la concentración, la hiperfoco permite a una persona concentrarse intensamente en algo que le interesa. Los médicos describen la hiperfoco como la incapacidad para desviar la atención de los eventos o actividades que realmente interesan a una persona. El TDAH es la condición neurodesarrollo más común en los niños. Sin embargo, los síntomas a menudo son difíciles de detectar hasta que el niño alcanza la edad escolar. Este artículo aborda la hiperfoco, un síntoma que algunas personas con TDAH experimentan. También habla sobre cómo gestionar el hiperfoco, otros síntomas del TDAH y las opciones de tratamiento generales para la condición.

El TDAH se manifiesta principalmente como hiperactividad, impulsividad o falta de atención. Sin embargo, algunas personas con la condición pueden experimentar hiperfoco. Caracterizada por períodos muy largos de atención altamente focalizada en algo que cumpla con los intereses de la persona, la hiperfoco es un síntoma del TDAH que muchos ven como opuesto en naturaleza a los principales. En estados de hiperfoco, una persona puede encontrarse completamente absorta en el trabajo, hobbies u otras actividades. Alguien que atraviese un episodio de hiperfoco puede a veces perder interés sin ninguna explicación. Es importante señalar que el Manual Diagnóstico y Estadístico de la Asociación Americana de Psiquiatría, Quinta Edición (DSM-5) no incluye a la hiperfoco entre sus criterios diagnósticos para el TDAH.

Los siguientes consejos pueden ayudar a hacer más manejable la hiperfoco para los niños. La toma de medicamentos para tratar la condición general puede también aliviar la hiperfoco, así como otros síntomas. Los síntomas de TDAH suelen comenzar en la infancia y pueden continuar a lo largo de los años de adolescencia y adultez de una persona. Los síntomas comunes incluyen inatención, hiperactividad e impulsividad. Normalmente se manifiestan como: Según el Instituto Nacional de Salud Mental, una persona podría tener TDAH si: Algunos niños pueden tener menos hiperactividad a medida que se convierten en adolescentes. Sin embargo, síntomas como inatención, desorganización y pobre control del impulso pueden continuar en la adultez.

Las personas con TDAH pueden gestionar sus síntomas utilizando una variedad de opciones de tratamiento diferentes. Estas incluyen intentar terapia de comportamiento, hacer elecciones de estilo de vida saludables, y tomar medicamentos. Muchas personas optan por una combinación de las tres. La Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños de 6 años y más intenten una combinación de terapia de comportamiento y medicación. Las guías también sugieren que los niños menores de 6 años intenten terapia de comportamiento antes de que su cuidador busque una recomendación de medicación de un médico.

En la terapia de comportamiento, un niño trabajará con un terapeuta para aprender nuevos comportamientos para reemplazar aquellos que son problemáticos. También pueden ayudar al niño a expresar sus sentimientos de diferentes maneras. Los adultos, como parte de un plan de tratamiento completo (el cual puede incluir medicación y terapia), pueden aprender a gestionar su condición por medio de ejercicio regular, comer una dieta balanceada, y obtener suficiente sueño. Algunas personas con TDAH reportan experimentar problemas de sueño, incluyendo dificultades para dormir, sueño inquieto, o problemas para despertar por la mañana. Esto puede empeorar los síntomas que experimentarán durante el día, como encontrar difícil el prestar atención. La Fundación Nacional del Sueño ofrece los siguientes consejos para crear hábitos de sueño saludables.

Las personas con TDAH a menudo descubren que los medicamentos pueden ayudar a reducir sus síntomas. Los doctores usualmente prescriben estimulantes para el TDAH. Estos suelen ser bastante efectivos. Los expertos creen que funcionan al aumentar los niveles de la química del cerebro, la dopamina, que ayuda a las personas a pensar y prestar atención. Sin embargo, los doctores pueden prescribir otros tipos de medicación dependiendo de cómo se manifiestan los síntomas de TDAH. Por ejemplo, la guanfacina (una medicación no estimulante) puede trabajar para reducir la impulsividad. Los antidepresivos son otra opción de tratamiento. La bupropión, por ejemplo, puede reducir algunos síntomas de TDAH debido a sus efectos en la dopamina y noradrenalina.

Las personas con TDAH pueden encontrar difícil el prestar atención o controlar comportamientos impulsivos. Sin embargo, algunas personas con TDAH pueden experimentar lo contrario: hiperfoco. La hiperfoco puede causar que una persona sea incapaz de desviar su atención de las cosas que le interesan. Usualmente afecta a adultos con TDAH, aunque niños y adolescentes con la condición también pueden experimentarla. Las personas con TDAH tienden a gestionar los síntomas utilizando una combinación de medicación y terapia de comportamiento.

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