Desde protestas y discusiones políticas acaloradas, hasta montones de ropa acumulada y embotellamientos interminables, el estilo de vida moderno conduce con frecuencia a sensaciones de estrés, presión y ansiedad.
No muchos son conscientes, pero nuestra alimentación tiene un efecto en este aspecto tanto negativo como positivo.
Aquí algunos tipos de alimentos que es recomendable evitar si se desea reducir estas sensaciones.
Café y té
La cafeína es un estimulante que ayuda a las personas a mantenerse alertas y activas.
Sin embargo, puede aumentar la liberación de hormonas y químicos neuronales como cortisol, dopamina y adrenalina, contribuyendo así al aumento de la sensación de estrés y ansiedad.
Bebidas azucaradas y gaseosas
Los refrescos y bebidas azucaradas contienen cantidades muy grandes de azúcar, cuyo consumo afecta el funcionamiento del cerebro y puede empeorar síntomas de ansiedad y depresión.
Bebidas energéticas
Estas suelen contener una mezcla de cafeína, azúcar (o sustitutos del azúcar), vitaminas y aminoácidos.
Aunque a menudo se perciben como una solución para mejorar la fatiga o la falta de concentración, pueden afectar el estado de ánimo y provocar insomnio e irritabilidad.
Alcohol
Aunque parece que el alcohol puede inducir relajación, en realidad puede aumentar sensaciones emocionales negativas.
Las personas con ansiedad o depresión que reciben tratamiento médico deben prestar atención a la interacción entre el alcohol y los medicamentos y consultar con su médico.
Alimentos ultraprocesados
En momentos de estrés, puede parecer que abrir una bolsa de snacks o un chocolate proporciona consuelo, pero los alimentos ultraprocesados como snacks salados, dulces y comida rápida contienen ingredientes como grasas saturadas, azúcares, sal, potenciadores de sabor y conservantes, que pueden afectar negativamente al cuerpo y aumentar la sensación de estrés y ansiedad.
El exceso de alimentos altos en sodio, por ejemplo, puede elevar la presión arterial y liberar adrenalina, intensificando la respuesta fisiológica a la ansiedad.
Alimentos fritos
Alimentos fritos como papas fritas y empanizados pueden aumentar el riesgo de depresión y causar desequilibrio químico en el cerebro, provocando cambios de humor e irritabilidad.
Carnes procesadas
El consumo de carne roja y procesada, como salchichas y embutidos, puede aumentar los estados depresivos.
Muchos de estos productos contienen sustancias adicionales perjudiciales, como grasas saturadas.
Productos bajos en calorías con aspartamo
Muchos productos bajos en calorías contienen el edulcorante artificial aspartamo.
Investigaciones muestran que este puede aumentar los niveles de cortisol en sangre (una hormona que afecta el estado de ánimo), impactar la salud cerebral y aumentar el riesgo de depresión y ansiedad.
Alimentos que mejoran el estado de ánimo
Si se desea sentirse mejor y reducir síntomas de ansiedad y depresión, sustituya los dulces por:
- Frutas y verduras: ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes que mejoran la salud del cuerpo, cerebro y sistema nervioso.
- Cereales integrales y legumbres: contienen fibra que reduce la absorción de azúcares y grasas no saludables, además de ser ricos en compuestos antiinflamatorios que disminuyen el estrés a través del cerebro y el sistema nervioso central.
- Salmón: alimentos ricos en ácidos grasos saludables tipo omega 3, que reducen síntomas de ansiedad. Omega 3 se encuentra en pescados como salmón y caballa, así como en nueces, almendras, aguacate, tahini y aceite de oliva.
- Alimentos fermentados: yogur natural, chucrut y tofu contienen bacterias saludables que benefician la digestión, mejorando la sensación general y reduciendo la ansiedad.
Consejos adicionales para mejorar la sensación general y reducir estrés y ansiedad:
- Aumentar la ingesta de agua.
- Dormir bien: al menos 7 a 9 horas de sueño nocturno.
- Hacer actividad física: demostrado que ayuda a relajar la tensión y mantener la salud.
- Si pide comida a la oficina, elegir alimentos al vapor, asados o salteados, lo más cercano posible a comida casera.
En resumen: los patrones de alimentación incorrectos pueden afectar nuestro estado de ánimo y aumentar estrés y ansiedad. Por otro lado, una alimentación equilibrada y saludable puede mejorar y reducir la ansiedad y depresión. Es importante conocer los alimentos recomendados y tomar decisiones correctas.